Un Cirro o Cirrus es un tipo de nube compuesta de cristales de hielo y caracterizada por bandas delgadas, finas, acompañadas por copetes. A veces estas nubes en voluta son tan extensas que visualmente resultan indistinguibles una de otras, formando una hoja o velo llamado Cirrostratos. Ciertas veces la convección a grandes altitudes producen otra forma de cirros, llamadas Cirrocúmulos: patrón de pequeñas nubes en forma de copetes.

Mientras que el Stratus o estrato (abreviado St), del latín ‘extendida’, ‘ensanchada’, es una nube caracterizada por capas horizontales con una base uniforme, en oposición a las nubes convectívas que son tan altas como anchas (los cúmulos).

Existen varios tipos de nubes con sus respectivos nombres: Cirrus, Stratus, Nimbus, Cúmulos, y sus combinaciones entre ellas.

Como dato extra:

Los fenómenos ópticos, como los perros del sol y los halos, pueden ser producidos por la luz que interactúa con los cristales de hielo de los cirros. Hay otras dos nubes de alto nivel similares a los cirros, llamadas cirrostratus y Cirrocumulus. El Cirrostratus tiene el aspecto de una lámina de nubes, mientras que el cirrocúmulo parece un patrón de pequeños mechones de nubes. A diferencia de los cirros y Cirroestratos, los Cirrocúmulos contienen gotas de agua sobreenfriada (por debajo del punto de congelación).

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