La mostaza hace referencia generalmente al condimento envasado con apariencia externa pastosa y de sabor agridulce que se elabora de las semillas de varias plantas del género Sinapis, familia de las crucíferas, que también incluye las coles y los nabos.

Asimismo, hace referencia también a la pequeña semilla de mostaza, usada como especia y que se emplea frecuentemente en algunas gastronomías, como por ejemplo: la alemana, la india o la francesa, entre otras.

Como condimento, desempeña un gran papel en la cocina. Tiene infinidad de usos y se puede emplear en una gran cantidad de recetas. Marida muy bien con carnes, pescados, ensaladas e, incluso, con pastas. De hecho, cada tipo de mostaza tiene un uso idóneo. La mostaza en semillas sirve para condimentar marinadas y elaborar carnes en salsa, mientras que los preparados se emplean más como condimento o como base de otras salsas.

Las excavaciones arqueológicas en el Valle del Indo (subcontinente indio) han revelado que allí se cultivaba mostaza. Esa civilización existió hasta alrededor de 1850 a. C.

La mostaza se ha utilizado en África y China durante miles de años. Las hojas de mostaza se han consumido popularmente en China. La pasta de mostaza amarilla se originó en China durante la dinastía Zhou (1046-256 a. C.), donde las semillas de mostaza se molían y se convertían en pasta. A menudo se usaba en las cortes reales durante la dinastía Zhou para ayudar a abrir el apetito para los platos posteriores de una comida.

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