La jirafa (Giraffa camelopardalis) es un animal propio de África. Su área de distribución es dispersa y se extiende desde Chad en África Central, hasta Sudáfrica en el sur, y desde Níger en el oeste hasta Somalia en el este. Por lo general habita en sabanas, pastizales y bosques abiertos.

Es la más alta de todas las especies de animales terrestres existentes, ya que puede alcanzar una altura de 5,8 m y un peso que varía entre 750 y 1600 kg. Las principales características de la jirafa son su cuello y sus patas extremadamente largos, sus huesecillos en forma de cuerno y su característico pelaje.

Están adaptadas de forma única para alcanzar una vegetación inaccesible para otros herbívoros. Sus vasos sanguíneos inusualmente elásticos y las válvulas especialmente adaptadas ayudan a compensar la acumulación repentina de sangre (para evitar desmayos, claramente) cuando las cabezas de las jirafas se levantan, bajan o se balancean rápidamente.

Se alimenta principalmente de las hojas de la acacia, que ramonea en alturas inaccesibles para la mayoría de los demás herbívoros.

Las jirafas adultas son depredadas por leones, y las crías de las jirafas también por leopardos, hienas manchadas y perros salvajes.

El nombre de «jirafa» tiene sus orígenes más antiguos conocidos en la palabra árabe 'zarafa', y posiblemente en alguna lengua africana.​ El nombre se traduce como «caminante rápido».

Más información: es.wikipedia.org