La cataplana es un recipiente para cocinar al vapor típico de la región portuguesa del Algarve. Por metonimia, el mismo término se usa para denominar los platos que se cocinan en este recipiente.

Cataplana no es solo el nombre de un utensilio de cocina hecho de cobre, con forma de concha. Es también el nombre de los sabrosos platos que se preparan con su ayuda. La cataplana está formada por dos piezas cóncavas unidas por una bisagra. Con la ayuda de dos cierres laterales, sella los ingredientes para que todos los sabores y los aromas queden retenidos y se mezclen como en ningún otro utensilio de cocina.

Los alimentos se cocinan al vapor, herméticamente cerrados, a fuego lento y a bajas temperaturas. Originalmente, se hacían de cobre, pero hoy en día existen en el mercado cataplanas que se pueden utilizar en las modernas placas de inducción o vitrocerámicas.

Se sabe poco del origen de la cataplana en el Algarve. Todo parece indicar que apareció en la época en la que la región se encontraba bajo el dominio árabe. Su creación puede haberse inspirado en los muchos bivalvos que pueblan Ria Formosa.

De épocas remotas nos han llegado documentos que mencionan la apertura de un agujero en el suelo, en donde se colocaba la cataplana sobre brasas, para luego cubrirla con arena. Este tipo de cocción al aire libre se encuentra documentada en registros históricos y, a la vista de la forma de la cataplana, es perfectamente razonable que así se haya utilizado.

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