El calendario es una buena muestra de cómo la astronomía influye en nuestras vidas. Los cuerpos celestes sirvieron para determinar nuestra semana.

La palabra semana viene de septimana, 7 días. Los nombres de los días de lunes a viernes provienen de cinco objetos celestiales que los antiguos romanos veían moverse en el cielo. Los romanos vieron una conexión entre sus dioses y el cielo de la noche que iba cambiando, según los días, así que empezaron a utilizar de manera natural los nombres de sus dioses para los planetas.

El lunes es el día de la Luna. El martes es el día del planeta y dios de la guerra en la mitología romana, Marte. El miércoles recuerda a Mercurio, el mensajero de los dioses y el planeta más cercano al Sol.

El jueves adopta el nombre del planeta más grande del sistema solar y dios padre en la mitología romana, Júpiter. Viernes es Venus, el planeta más brillante y la diosa de la belleza y el amor para los romanos. Sábado es Saturno, el dios del tiempo, por ser el planeta del movimiento más lento. El domingo era originalmente el dies Solis.

De lunes a viernes los días de la semana terminan en "es" que es una abreviatura de dies, es decir "día de". Esta explicación no funciona con sábado y domingo, cuyas palabras provienen del hebreo, sabbat, el día de reposo para los judíos y del latín dies Dominicus, día del Señor.

En el norte de Europa los pueblos germánicos copiaron el sistema romano cambiando los nombres por sus propios dioses.

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