La historia de Espartaco es una de las más conocidas de la antigua Roma. Nació en Tracia en el año 113 a.C., y su nombre se convirtió en leyenda por liderar una rebelión de esclavos. A este acontecimiento se le conoce como Guerra de los Esclavos o Guerra de los Gladiadores, durante los años 73 y 71 a.C., en época de la República romana.

Espartaco fue condenado a ser un esclavo tras desertar de las tropas auxiliares de Roma por ser un ciudadano romano. Tanto él como sus hermanos estuvieron trabajando en unas canteras de yeso, según los historiadores. Allí, su fuerza física hizo que un mercader de esclavos se fijara en él y lo comprase para entrar en la escuela de gladiadores de Capua que dirigía el lanista Léntulo Batiato.

En el año 73 a.C., Espartaco organizó la huida de la escuela junto a otros gladiadores como Crixo o Enomao. Este hecho pronto halló eco entre otros esclavos de la región, que se fueron uniendo a su causa.

Infravalorados por el ejército romano, el ejército de esclavos poco a poco fue encadenando una victoria tras otra, mientras su número de efectivos iba en aumento.

Espartaco, gran estratega, consiguió su objetivo de llegar hasta el norte de Italia, pero una vez allí, por disensiones internas, decidió volver sobre sus pasos para conquistar, presumiblemente, Roma. Su ejército fue derrotado en Apulia el año 71 a.C.. En el otro bando había generales de renombre como Pompeyo. Nunca se encontró el cadáver de Espartaco.

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