La película narra la vida de Paul Edgecomb, que siendo un anciano de 108 años, cuenta su historia como oficial del "corredor de la muerte" en la penitenciaría Cold Mountain, en el estado de Luisiana, durante la década de 1930.

Durante el transcurso de la historia se pueden distinguir aspectos bastante crudos sobre la realidad de los presos en Estados Unidos.

Paul Edgecomb (Tom Hanks) es el jefe del "corredor de la muerte" (apodado "La Milla Verde"). Es curado de una infección urinaria por John Coffey. Más tarde éste le muestra quién es el verdadero asesino de las niñas, y gracias a esta visión, Paul adquiere el don de la vida, aunque dice al final de la película que tarde o temprano algún día también iba a morir.

John Coffey (Michael Clarke Duncan), sentenciado por asesinar a dos niñas, a pesar de su gran tamaño, su carácter es el de un niño: le teme a la oscuridad y a las tormentas. Posee capacidades curativas, además de Paul, también cura a Melinda, la esposa del director de la prisión. Antes de morir le cumplen su único deseo: ver una película. A pesar de quedar demostrada su inocencia, es ejecutado.

Brutus Howell (David Morse), es el segundo a cargo, a menudo denominado "Brutal" por los demás debido a su gran tamaño, es el más cercano amigo de Paul.

Harry Terwilliger (Jeffrey DeMunn) es el carcelero más viejo que asegura que John Coffey es culpable. Se opone al plan de sacar a Coffey para curar a Melinda, aunque después cede.

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