Jacqueline Roque (1927-1986) fue conocida por ser la musa y segunda esposa de Pablo Picasso. Su matrimonio duró 11 años, hasta la muerte de él, durante los cuales creó más de 400 retratos de ella, más que ninguno de los otros amores de Picasso.

Picasso conoció a Jacqueline en 1953 en el taller de cerámica cuando ella tenía 26 años y él 72. La enamoró dibujándole una paloma en su casa con tiza y entregándole una rosa cada día hasta que aceptó salir con él seis meses más tarde. En 1955, la primera esposa de Picasso, Olga Khokhlova, murió y se casó con Jacqueline en Vallauris el 2 de marzo de 1961.

La imagen de Jacqueline comenzó a aparecer en la pintura de Picasso a partir de mayo de 1954. Estos retratos son característicos por tener un cuello exagerado y una cara felina, distorsiones del aspecto de Jacqueline. Finalmente, sus ojos y pestañas oscuros, altos pómulos y su perfil clásico se convirtieron en símbolos familiares en sus últimas pinturas.

Tras la muerte de Picasso en 1973, Françoise Gilot, la pareja de Picasso entre 1943 y 1953 y madre de dos de sus hijos, Claude y Paloma, luchó contra Jacqueline por conseguir la distribución del patrimonio del artista. Finalmente, ambos bandos accedieron a establecer el Museo Picasso en París.

Jacqueline se suicidó de un disparo en 1986 en Mougins cuando tenía 59 años y fue enterrada en los jardines del Castillo de Vauvenargues junto a Picasso.

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