Los murciélagos son conocidos por su capacidad para consumir grandes cantidades de insectos, incluidos los mosquitos.

Un murciélago pequeño, como el murciélago marrón, puede comer hasta 1,200 mosquitos en una hora. Sin embargo, en una sola noche, un murciélago puede llegar a consumir hasta 3,000 mosquitos.

Esta alta tasa de consumo es crucial para el control de poblaciones de insectos, ayudando a reducir la presencia de plagas y enfermedades transmitidas por mosquitos.

En las zonas templadas solo hay murciélagos insectívoros, comen una gran cantidad de insectos porque son animales que gastan mucha energía al volar y emitir sus ultrasonidos (las dos principales características que los definen).

El coste de estar gritando y emitiendo ultrasonidos para un animal que pesa solo diez gramos. La única forma de poder satisfacer esa demanda energética es pasar la noche comiendo una gran cantidad de insectos que les proporcione esa energía necesaria.

Y para ello, son cazadores extremadamente eficaces, con un porcentaje de éxito superior al 90% en sus intentos de captura, lo que los convierte en depredadores altamente efectivos en su ecosistema.

Los insectos son pequeños y por ello han de estar cazando todo el rato en que están activos. Se ha calculado que necesitan ingerir entre la mitad y el 75% de su peso corporal cada noche.

Más información: askabiologist.asu.edu