Los octópodos (Octopoda) son un orden de moluscos cefalópodos octopodiformes conocidos comúnmente como pulpos.

Los pulpos no tienen esqueleto, puesto que se trata de animales invertebrados. Además, en contraposición a la mayor parte de los cefalópodos, no tienen ni conchas internas ni cáscaras protectoras exteriores.

Al igual que otros cefalópodos, el pulpo tiene simetría bilateral, con la boca y el pico situados en el punto central de sus ocho extremidades. Su cuerpo blando puede cambiar rápidamente de forma y textura, permitiendo que el animal se escurra a través de pequeños conductos o grietas.

Arrastra sus ocho extremidades detrás de sí cuando nada; el sifón se utiliza tanto para respirar como para la locomoción, expulsando un chorro de agua. Un sistema nervioso complejo y una vista excelente sitúan a los pulpos entre los invertebrados más inteligentes y de mayor diversidad conductual.

Sus hábitats comprenden diversas regiones del océano: arrecifes de coral, aguas pelágicas y el fondo marino.

La mayoría de las especies crecen y maduran rápido y son de vida efímera; no suelen pasar de los dos años. Durante la reproducción, el macho utiliza un brazo especialmente adaptado para depositar un paquete de esperma directamente en la cavidad paleal de la hembra, después de lo cual sufre una rápida senescencia y muere.

Todos los pulpos segregan algún tipo de veneno, aunque solo nos consta que pueda ser mortal el del pulpo de anillos azules.

Más información: www.elreydelpulpo.com