El golf es un deporte que consiste en introducir una bola en cada uno de los hoyos que componen el campo de juego con la ayuda de un palo. Gana el jugador que lo consigue con un menor número de golpes.

Aunque no todos los campos de golf son iguales, lo habitual es que se compongan de 18 hoyos. Esto es así sobre todo desde mediados del siglo XIX y principios del XX, cuando el modelo instaurado en el club de golf escocés St. Andrews, cuna de este deporte, se convirtió en estándar. La leyenda popular dice que los escoceses bebían un trago de whisky tras finalizar cada hoyo, y que hacían falta 18 tragos para acabar la botella.

A diferencia de lo que ocurre con otros recintos deportivos, los campos de golf no tienen unas medidas concretas. Estos varían en forma y tamaño en función del diseño y la orografía, están construidos al aire libre y suelen ser muy amplios. De hecho, es habitual que los jugadores se desplacen en carritos motorizados por las distintas áreas de juego.

Este deporte formó parte del programa Olímpico en los Juegos Olímpicos de París 1900 y después en los Juegos Olímpicos San Louis 1904, donde sólo se realizaron competiciones masculinas, y Estados Unidos y Canadá fueron los únicos participantes. En los Juegos Olímpicos de Río 2016, después de estar ciento doce años ausente, el golf volvió a los Juegos Olímpicos.

Más información: www.saberia.com