Luego de salir de Egipto, cuenta la Biblia que Moisés estuvo guiando al pueblo de Israel durante 40 años a través del desierto, enfrentando graves peligros y soportando duras penalidades, rumbo a la tierra prometida.

Pero al llegar a las puertas del nuevo país, Moisés tuvo que despedirse de la gente porque Dios le había prohibido la entrada, y allí murió. ¿Por qué Dios lo castigó de esa manera?. Fue, dice la Biblia, por una falta que cometió durante su travesía en el desierto.

Moisés les cuenta que el incidente tuvo lugar 38 años antes, mientras los hebreos se hallaban en medio del desierto. Él había decidido enviar unos espías para que entraran de incógnito en la Tierra Prometida, con el fin de averiguar cómo era y poder organizar la conquista. Los exploradores entraron en el país, estudiaron cuidadosamente el terreno, y después de 40 días regresaron al campamento contando con grandes alabanzas el lugar que habían visto. El pueblo se entusiasmó con el relato, y quería inmediatamente organizar la conquista pero los exploradores advirtieron que las ciudades eran fuertes y amuralladas, y el número de habitantes gigantesco.

Los israelitas se espantaron y se enojaron con Moisés por haberlos sacado de Egipto. Entonces intervino Dios. Ofendido porque los israelitas habían perdido la confianza en Él, decidió castigarlos de una manera ejemplar: ninguno entraría a ver la Tierra Prometida. Todos morirían en el desierto, antes de llegar; sólo sus hijos lograrían conocerla.

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