Las regiones sísmicas principales del planeta son: el Cinturón de Fuego del Pacífico y el Cinturón Alpino.

El Cinturón de Fuego es el más conocido, se extiende sobre 40.000 km y tiene la forma de una herradura. Incluye a Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos, Canadá, islas Aleutianas, costas e islas de Rusia, Japón, Taiwán, Filipinas, Indonesia, Malasia, Timor Oriental, Brunéi, Singapur, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tonga, Samoa, Tuvalu y Nueva Zelanda. Tiene 452 volcanes, concentra más del 75 % de los volcanes del planeta y se producen alrededor del 90 % de los terremotos del mundo, el 80 % de ellos son los más grandes. El lecho del océano Pacífico reposa sobre varias placas tectónicas que están en permanente fricción y acumulando tensión. Estas placas se hunden a gran velocidad (varios cm por año) y a la vez acumulan enormes tensiones que deben liberarse en forma de sismos o de actividad volcánica.

El Cinturón Alpino o alpino-himalayo es la cadena de montañas que se extiende a lo largo de la margen sur de Eurasia, desde Java a Sumatra, a través del Himalaya, el Mediterráneo, hasta el Atlántico. Incluye los Alpes, los Cárpatos, las montañas de Asia Menor e Irán, el Hindu Kush, el Himalaya y las montañas del sudeste asiático. Es la segunda región sísmica más activa del planeta, con un 17% de los terremotos más grandes y entre 5-6% de todos los terremotos.

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