Argentina cuenta con 400 fuentes termales naturales distribuidas en 21 provincias, de las cuales apenas 66 son las que cuentan con actividades organizadas y menos de 50 ofrecen infraestructura adecuada. El sector recibe unos dos millones de turistas por año, según un estudio difundido en la sexta Expotermal en la ciudad de Buenos Aires, en el año 2017.

El Turismo Termal y de Bienestar está en pleno crecimiento en todo el país y está recibiendo muchas inversiones públicas y privadas para generar nuevos espacios por ejemplo: Río Hondo, en Santiago del Estero. Federación, en Entre Ríos. Carhué, en Buenos Aires.

Hay cadenas hoteleras que están apostando a este segmento con fuerza, para crear espacios de alto nivel de confort en los que se pueda integrar el tema del bienestar con el médico.

El termalismo es una actividad que aprovecha las diferentes fuentes termo-minero-medicinales y sus derivados (aguas, microorganismos y algas) con la posibilidad de combinarlos con el sol, el oxigeno y el clima. Se obtienen beneficios a través de diversas técnicas de aplicación con diferencias de intensidad, duración y frecuencias establecidas por un médico especialista, ya sea con fines curativos, preventivos o de rehabilitación.

Es apto tanto para personas sanas que necesitan relajarse como para personas que presentan síntomas de diversas afecciones, tales como problemas respiratorios, enfermedades de la piel, trastornos del aparato locomotor, circulatorio y digestivo.

Más información: es.wikipedia.org