La Catedral de San Esteban es la insignia de Viena y el centro de la ciudad. Sus 136, 44 metros de altura la convierten en el templo más alto de Austria.

Los 107 metros de longitud de la Catedral de San Esteban se extienden en el corazón del casco antiguo de la ciudad. La más alta de sus cuatro torres es la torre sur, de 136 metros de altura.

Después de subir 343 escalones, se llega al salón de la torre, desde el que hay unas vistas inmensas de Viena. Tiene un total de 13 campanas. La campana más famosa de la Catedral de San Esteban, conocida como Pummerin, se encuentra en la torre norte, a 68 metros de altura. Es la segunda campana colgante de iglesia más grande de Europa.

En el tejado de la Catedral de San Esteban se instalaron ladrillos de colores con el águila bicéfala imperial y real, además de los escudos de la ciudad de Viena y de Austria.

La Catedral de San Esteban ganó especial fama gracias al dulce más famoso de Viena, en cuyo envoltorio rosado aparece coronando el nombre de las galletas con chocolate Manner Schnitten.

Además de numerosos altares de gran valor y capillas laterales, también se pueden ver los impactantes tesoros de la catedral: reliquias decoradas con piedras preciosas y oro, custodias, textos litúrgicos y libros, además de mantos.

Muchas personalidades han sido sepultadas en la Catedral de San Esteban. El Emperador Federico III está enterrado en un impresionante sarcófago de mármol. Tan solo la tapa del sepulcro pesa ocho toneladas.

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