El clavecín es un instrumento musical con teclado que data del siglo XIV, es un instrumento pequeño con una característica muy peculiar en su sonido. Un caballero de Papúa, Ludovico Lambertacci, escribió una carta en la que nombraba a Hermann Pollina como inventor del instrumento, probablemente del mecanismo para pulsar las cuerdas.

Fue uno de los instrumentos más populares durante el Barroco, sin embargo fue cayendo en el olvido en el siglo XVIII, en el que los compositores prefirieron el fortepiano, el cual, a diferencia del clavecín, permitía cambios de volumen con solo variar la intensidad de pulsación de las teclas.

Puede tener varios grupos de cuerdas, se le conoce como juegos creados por medio de pedales o tiradores, también puede tener dos teclados superpuestos, como el teclado del órgano.

Uno de los defectos es que llega a producirla misma intensidad de sonido, convirtiéndola en un instrumento no tan fácil de tocar.

​Actualmente existen millones de personas interesadas en el instrumento, para su ejecución es indispensable conocer las partes principales del instrumento. Tiene la particularidad de entonar sonidos que se sienten pescados debido a los acordes de sus notas, que se suavizan tocando las teclas de manera uniforme.

Desde hace más de 40 años, ha resurgido el interés por el clavecín. La claridad de su timbre y exquisita riqueza en armónicos lo hacen irremplazable para la ejecución de música polifónica

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