La mañana del 29 de junio de 1973, el coronel Roberto Souper, ayudado por algunos civiles del Frente Nacionalista Patria y Libertad, enfiló hacia el Palacio de la Moneda junto a un destacamento del Blindados N°2, con asiento en el regimiento Tacna, con el único objetivo de derrocar a Salvador Allende del gobierno.

La insurrección, recordada como "El Tanquetazo" o "El Tancazo", dejó una serie de muertos civiles en pleno centro de la capital, y logró ser controlada por efectivos del Regimiento Buin dirigidos por el Jefe del Estado Mayor del Ejército, cargo que ocupaba Augusto Pinochet, ya signado como el segundo hombre y subordinado de confianza del comandante en jefe del Ejército Carlos Prats González.

El propio Prats, con una submetralleta en sus manos, salió a la calle a parar la frustrada intentona golpista, que sirvió a los conspiradores para poder detectar cuál era la capacidad de resistencia efectiva que tenían los sectores allendistas, que amenazaban con una movilización popular como fórmula contra los cuartelazos.

En la noche de ese día agitado, Allende se refirió al evento ante el pueblo tras el cual rindió honores a los hombres que derrotaron el acto subversivo, destacando el rol de Carlos Prats y de Pinochet.

Se le denominó "Tanquetazo" porque en la intentona se usaron primordialmente tanques y carros de combate pesados.

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