Los únicos elementos con número atómico inferior a 92 que no se encuentran en la Naturaleza, ni libres ni combinados son el Prometio y el Tecnecio.

El prometio es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es Pm y su número atómico es 61. Algún tiempo se le denominó ilinio (por Illinois). Aunque, tras la observación de ciertas líneas espectrales, algunos científicos han reclamado haber descubierto este elemento en la naturaleza, nadie ha podido aislarlo de sustancias naturales.

Aunque en la Tierra no existe naturalmente, se ha detectado en el espectro de una estrella de la constelación de Andrómeda.

Su aplicación principal es en la industria de sustancias fosforescentes. Su nombre proviene de Prometeo, quien robara el fuego a los Dioses.

El tecnecio es el más ligero de los elementos químicos que no cuentan con isótopos estables y el primer elemento sintético que se encuentra en la tabla periódica. Su número atómico es el 43 y su símbolo es Tc. Las propiedades químicas de este metal de transición cristalino de color gris plateado son intermedias entre las del renio y las del manganeso.

En 1937, el isótopo Tc-97 se convirtió en el primer elemento producido de forma predominantemente artificial, de ahí su nombre (del griego τεχνητός, que significa "artificial"). La mayoría del tecnecio producido en la Tierra se obtiene como subproducto de la fisión del U-235 en los reactores nucleares y se extrae de las varillas de combustible nuclear.

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