Los planetas gaseosos del sistema solar son Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Se les llama planetas jovianos porque se parecen a Júpiter, el más grande de todos. No tienen una superficie sólida. Están compuestos de gigantescas atmósferas de gas que rodean núcleos de roca relativamente pequeños. Son mucho más grandes que los planetas rocosos y tienen sistemas de anillos y muchos satélites naturales.

Júpiter es el quinto planeta del sistema solar y el más grande de todos. La Tierra cabría más de 1000 veces en su interior. El día dura 10 hora y un año dura más de 4330 días terrestres (más de 11 años de la tierra). Está compuesto principalmente de hidrógeno y helio pero en sus capas superiores hay otras sustancias.

Saturno es el segundo de los planetas gaseosos, el sexto desde el Sol, el segundo en tamaño y el planeta más lejano que es posible observar a simple vista. Está compuesto principalmente de hidrógeno y helio.

Urano es el séptimo planeta desde el Sol. Es mucho más pequeño que Júpiter y Saturno pero mucho más grande que la Tierra. Está compuesto principalmente de hidrógeno, helio y otros compuestos de hidrógeno como el agua, el amoniaco y el metano.

Neptuno fue descubierto en 1846 y bautizado con el nombre del dios romano del océano. Es el último de los planetas gaseosos y se encuentra 30 veces más lejos del Sol que la tierra. Esa distancia es tan grande que tarda más de 168 años en darle una vuelta completa al Sol.

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