Situado en Filipinas, en la isla de Bohol, las misteriosas colinas de chocolate, son colinas que miden entre 30 y 120 metros, de cima suave, algunas cónicas, que emergen entre la vegetación exuberante como trufas semienterradas en la selva. Pero solo durante una parte del año tendrán esa apariencia de chocolate que contrasta con el verde circundante.

Respecto a su nombre, su origen es bastante más simple. Cuando el país pasa de su estado tropical habitual a una estación seca, el color de las colinas se transforma radicalmente de verde a marrón, de ahí esta nomenclatura. Según los lugareños y los geógrafos, estas colinas cuando se vuelven marrones se asemejan a trozos de chocolate hasta donde alcanza la vista.

Las colinas de Chocolate –tsokolateng burol, en tagalo–, encuentran en el centro de la isla filipina de Bohol y son colinas puntiagudas llamadas "The Chocolate Hills" o Colinas de Chocolate. Su altura varía de 30 a 120 metros en comparación con las llanuras circundantes.

Son elevaciones de relieve característico de paisajes kársticos originadas hace siglos por la elevación de los depósitos de coral y la acción del agua de lluvia y la erosión. Las colinas cubiertas de hierba alguna vez fueron arrecifes de coral que surgieron del mar en un cambio geológico masivo. El viento y el agua dieron los toques finales durante cientos de miles de años.

Fue declarado el tercer Monumento Geológico Nacional y podría convertirse en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

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