A Carlos XII se les permitió escapar con aproximadamente 1,500 hombres a Bendery, Moldavia, que en ese entonces estaba controlada por el Imperio otomano. Carlos pasó cinco años exiliado allí antes de poder volver a Suecia.

La batalla de Poltava se libró entre el ejército del zar Pedro I de Rusia y el rey Carlos XII de Suecia, el 8 de julio de 1709, y es una de las más famosas batallas de la Gran Guerra del Norte. Terminó con la victoria rusa, iniciando el fin del Reino de Suecia como superpotencia en Europa.

Cuando la batalla se inició, Carlos XII tenía cerca de 20.000 hombres, en tanto que Pedro I disponía de 45.000. Para empeorar la situación inicial de los suecos, Carlos XII fue herido en un pie por un francotirador ruso el 17 de junio, durante el sitio a la fortaleza y mientras inspeccionaba los puestos de avanzada suecos en Vorskla. Esta circunstancia le obligó a transferir el mando al mariscal de campo Carl Gustav Rehnskiöld.

Al norte, el ataque sueco se debilitó cuando un contraataque ruso, comenzado a las 10:10 con una fuerza de caballería comandada por general Ménshikov, atacó el flanco derecho sueco aislando a la infantería sueca. Ésta quedó frente a la infantería rusa del centro, comandada por Pedro I en persona.

Viendo la derrota de su ejército, Carlos XII ordenó la retirada a las 11:00 de la mañana. Al mediodía, la batalla había concluido, pues la caballería rusa había reagrupado a los extraviados en el campo de batalla y había vuelto a sus propias líneas.

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