En el mundial de Estados Unidos en 1994, Diego Maradona jugaba su último partido con la Selección tras el 2-1 a Nigeria por la segunda fecha del Grupo D del Mundial 1994 de Estados Unidos. El control antidoping detectó efedrina y el astro diría una de sus más famosas frases: "me cortaron las piernas". La selección, afectada considerablemente por la pérdida, se clasificó a los octavos de final, aún tras ser derrotada 2:0 por Bulgaria, donde cayó eliminada por Rumania.

Después de una extensa y dedicada preparación, que consistía en una dieta feroz y en cuatro entrenamientos por día, Diego, con 33 años, llegó a los Estados Unidos en una versión de alto nivel. Según fuentes cercanas, nunca antes se había entrenado de tal manera. Si antes le sobraba con su talento, ahora tenía que equilibrar su edad con un fuerte trabajo previo para mantenerse en la excelencia mundial. Todo destruido por el doping positivo.

Maradona debió cumplir los 15 meses de suspensión impuestos por la FIFA. La suspensión, que vencía el 15 de septiembre de 1995, le impedía desempeñarse como jugador de fútbol, pero no como director técnico.

Más información: www.clarin.com