¿Cuál fue el aporte de Anna Coleman Ladd?
Anna Coleman Ladd (1878-1939). Cuando la violencia de la Primera Guerra Mundial dejó a miles de hombres desfigurados, la escultora creó prótesis y máscaras personalizadas para quienes llamaba “los valientes sin rostro”, quienes eran considerados repulsivos por la sociedad.
Durante la Primera Guerra Mundial, más de 20.000 hombres fueron desfigurados. Una época en que la cirugía estética apenas iniciaba, las heridas de guerra suponían un gran desafío para la comunidad médica.
Gracias a sus dotes de artista que ya habían ganado reputación en Estados Unidos, Anna decide asistir a los soldados franceses, quienes acudieron a su estudio (donde estaban prohibidos los espejos) buscando ayuda en un proceso que no sólo era físico sino que sicológico también.La sociedad no soportaba ver a alguien con la cara desfiguraba, aquellos estaban condenados al aislamiento social.
Anna se basaba en fotos para ver los hábitos y expresiones faciales. El resultado era una máscara (de un molde de yeso) de cobre galvanizado. La terminación constaba de una prótesis que se pintaba de acuerdo al tono de piel del paciente, agregándole cejas, labios elaborando las prótesis más realistas posibles.
Anna alcanzó a crear 200 máscaras, cada una requería varias semanas de elaboración y la Cruz Roja Americana no pudo seguir costeando el estudio.
Por su ayuda en la postguerra se le concedió la Medalla de la Legión de Honor en Francia y fue nombrada Caballero de Crois de la Orden de San Sava de Serbia.
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es.wikipedia.org
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