En el año 2018 se procedió al cambio de patrón del kde kilogramo. Desde 1880 el kilogramo ha sido definido por la masa de un cilindro hecho de una aleación 90% platino y 10% iridio del tamaño de una bola de golf. Se conserva junto con otras seis copias, de las cuales cuatro son de la misma época, en el BIPM (Bureau International des Poids et Mesures), situado en Parc de Saint Cloud, en Sèvres, al suroeste de París.

Esta reliquia de la ciencia y la tecnología, conocida como Le Grand K, es el último estándar del Sistema Internacional de Medidas que todavía usa un objeto físico. Se conserva bajo llave dentro de tres recipientes de vidrio que lo mantienen al vacío.

Ninguno de los otros seis patrones básicos de medición depende de un objeto, sino que han sido redefinidos en términos de constantes físicas universales. El 20 de mayo de 2019 la definición de kilogramo pasará a estar ligada con la constante de Planck, una constante natural que describe los paquetes de energía emitidos en forma de radiación.

En 1998 se comprobó que la medida ha variado 70 microgramos desde 1889. No se puede decir si "Le Grand K" ha aumentado de peso y los patrones de comparación se han mantenido o si ha sido otra combinación de aumentos y disminuciones.

Lo que si es cierto es que esta desviación, de menos de lo que pesa un cristal de azúcar está empezando a producir problemas en medidas de altísima sensibilidad en física, electrónica y otros campos.

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