La última palabra de la Biblia es amén, cuyo significado es «así es» o «que así sea».

El libro final de la Biblia es Apocalipsis, esta obra escrita por el apóstol Juan es caracterizada por plasmar entre sus páginas grandes profecías que incluyen eventos catastróficos.

Apocalipsis no solo es solo la conclusión de las Escrituras, sino la máxima consumación de todos los asuntos importantes revelados en ella. Cabe destacar que la palabra final de los textos bíblicos es Amén.

Apocalipsis 22:21: «La gracia de Dios sea con todos los santos. Amén», (versión Recobro).

En algunos contextos, la palabra «amén» también hace referencia a «en verdad» o «ciertamente». Se utiliza como una fórmula de confirmación y de afirmación. Esta palabra es una de las aclamaciones litúrgicas más frecuentes, y se usa generalmente como fórmula para concluir las oraciones.

Procede del hebreo אמן («en verdad», «ciertamente») pronunciado āmēn. La raíz de esta palabra indica firmeza y seguridad, en hebreo coincide con la raíz del concepto «fe». También se dice que a su vez puede proceder de lenguas semíticas como el arameo. Posteriormente, derivó al griego ἀμήν y de ahí al latín 'amen'.

En el Nuevo Testamento, Jesucristo utilizó esta palabra dos veces (Amén, amén) al comienzo de algunos de sus discursos y también se traduce como «En verdad, en verdad».

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