La atmósfera o atmosfera es la capa gaseosa que rodea a la Tierra. Esta capa sella al planeta y nos protege del vacío del espacio, especialmente de la radiación electromagnética emitida por el Sol y de pequeños objetos que vuelan a través del espacio, como los meteoritos. Esta capa también contiene el oxígeno (O2), gas esencial para la vida.

La atmósfera de la Tierra tiene una estructura en capas. Enumerando desde el suelo hacia el cielo, las capas de la atmósfera son: la troposfera, estratosfera, mesosfera, termosfera y exosfera. Otra capa, llamada ionosfera, se extiende desde la mesosfera a la exosfera.

La estratosfera se extiende entre los 9 o 18 km hasta los 50 km de altitud. Su nombre obedece a que está dispuesta en capas más o menos horizontales (o estratos). A medida que se sube, la temperatura en la estratosfera aumenta. Este aumento de la temperatura se debe a que los rayos ultravioleta transforman al oxígeno en ozono, proceso que involucra calor: al ionizarse el aire, se convierte en un buen conductor de la electricidad y, por ende, del calor. Esto es un contraste con la troposfera, cerca de la superficie de la Tierra, donde la temperatura disminuye con la altitud.

La estratosfera es crucial para la vida porque contiene esas pequeñas cantidades de ozono, una forma de oxígeno que impide que los dañinos rayos UV lleguen a la Tierra. La región dentro de la estratosfera donde se encuentra esta delgada capa se llama capa de ozono.

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