La familia de los pulpos de anillos azules lo forman tres especies: el pulpo menor de anillos azules Hapalochlaena maculosa, que se encuentra sólo en Australia, el pulpo mayor de anillos azul, Hapalochleana lunulata, y el pulpo de líneas azules, Hapalochlaena fasciata. Se diferencian tanto por el número de anillos, que varía entre los 50 y los 60, como por la zona donde residen.

El pulpo de anillos azules es uno de los animales más venenosos del mundo y el único pulpo letal para los seres humanos. A pesar de su carácter dócil y pequeño tamaño, que puede llegar a un máximo de 20 centímetros con los tentáculos abiertos, contiene un veneno, del que no hay antídoto, con una potente neurotoxina que con un solo miligramo es capaz de matar a un ser humano.

Para liberar esta neurotoxina, cuyo principal componente es la tetrodotoxina, el pulpo muerde con su pico e inocula el veneno a través de la saliva. Este veneno, producido por unas bacterias existentes en sus glándulas salivales, bloquea los canales de sodio y causa parálisis motora e insuficiencia respiratoria. Al no existir antídoto, la única manera de salvarse de la muerte ante una mordedura del pulpo de anillos azules es realizar masaje cardíaco y respiración artificial hasta que el veneno sea eliminado del organismo, que puede llegar a tardar 24 horas.

El pulpo de anillos azules se alimenta de pequeños cangrejos ermitaños, invertebrados e incluso ataca a peces heridos y débiles mucho más grandes que él.

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