Sin duda, la península más grande del mundo es la Península Arábiga con 3 237 500 kilómetros cuadrados. Está conectada con el continente asiático continental y rodeada por todos los lados por el Golfo Pérsico, el Mar Arábigo y el Mar Rojo, todos ellos conectados con el Océano Índico. El lado norte del área desemboca en el desierto de Arabia y sirve como frontera no oficial entre Arabia Saudí y Kuwait.

La península en sí tiene un paisaje variable que incluye una meseta central, vastos desiertos, la cordillera de Hejaz y tierras costeras pantanosas. El clima extremo y desértico lo hace inadecuado para la agricultura, pero sin embargo el pastoreo de cabras, ovejas y camellos es muy común.

Está compuesta por 9 países diferentes, incluye Baréin, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Yemen, así como el suroeste de Irak y el sureste de Jordania. Juega un papel importante en la extracción y refinación de petróleo y gas.

Es una región atravesada por el trópico de Cáncer y de clima desértico, donde destaca el inhóspito Rub al-Jali y el desierto de An-Nafud.

Desde la perspectiva geológica, lo más apropiado sería llamarlo subcontinente arábigo, puesto que ocupa una placa tectónica propia, la placa arábiga. Habitualmente, se dice que su importancia se relaciona con el hecho de que es el cruce de los tres continentes del Viejo Mundo, que son Europa (por el norte), África (por el oeste) y Asia (por el este), además de tener acceso al mar Mediterráneo.

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