El cerebelo es una estructura que conforma el 10% del volumen total del encéfalo, aproximadamente. Está especializado en el control de los movimientos, de las integraciones sensitivomotoras y del equilibrio corporal. Esta parte del encéfalo se encuentra bajo los hemisferios cerebrales, envolviendo el tronco del encéfalo por su parte dorsal.

Lo que une el cerebelo al resto del encéfalo son tres tractos llamados pedúnculos cerebelosos. Tiene múltiples conexiones con diferentes partes del córtex cerebral que envían información sobre los movimientos del cuerpo. Junto con los ganglios basales, interacciona con el sistema sensoriomotor, coordinando y modulando su actividad.

Se encarga de regular el movimiento y la postura, ajustando las salidas de los principales sistemas motores. Su función es muy importante, y la lesión de este puede provocar déficits muy importantes e incapacitantes en el movimiento, el equilibrio y el aprendizaje de secuencias motoras.

La superficie del cerebelo se puede clasificar en tres partes: dos hemisferios y vermis. En cuanto a su organización, el cerebelo posee 3 capas:

La capa granular. Es la más interna y está formada por gran número de interneuronas.

La molecular. Es donde se encuentran los axones de las células granulares.

La de células de Purkinje. Se encuentra entre las dos capas anteriores y está formado por los cuerpos de las células de Purkinje, las únicas células de proyección de la corteza cerebelosa.

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