El euskera, el idioma de los vascos, es la lengua viva más antigua de Europa. Esta afirmación la ratifica la mayor parte de los lingüistas, expertos e investigadores. Un idioma vivo y antiquísimo cuyo origen, hoy por hoy, aún se desconoce. Importantes lingüistas e historiadores defienden la creencia de que el euskera puede ser heredero directo de la lengua que hablaban, hace 15.000 años, los habitantes de las cuevas de Altamira, Ekain o Lascaux.

Su antigüedad se remonta al menos a los tiempos neolíticos, o aún muchos años atrás. Incluso es probable que el euskera sea uno de los focos de origen del lenguaje articulado.

Hoy en día, el euskera lo habla el 37% de la población vasca, aproximadamente un millón de “euskaldunak”, traducido literalmente como “los que hablan euskera”, que viven en los diferentes territorios vascos situados a los dos lados de los montes Pirineos.

Según esta teoría en Europa no hubo una única lengua, sino multitud de dialectos emparentados entre sí, de los que el euskera sería la única lengua superviviente. Por ello el euskera constituiría el último nexo lingüístico con las culturas de la Vieja Europa.

Los orígenes del euskera continúan siendo un enigma sin resolver. Es por ello que la lingüística oficial define al euskera como una lengua aislada, es decir, sin relación con ninguna lengua conocida, y cuyo parentesco con otras lenguas está aún por determinar.

Más información: www.elconfidencial.com