Creta es la isla más grande y poblada de Grecia. Su población en 2011 era de 623 065 habitantes, y está formada casi en su totalidad por cretenses que hablan griego y pertenecen a la Iglesia Ortodoxa Griega. Aunque muchos de los cretenses más jóvenes y urbanos también hablan inglés, alemán o francés.

Desde la década de 1970, la población se ha desplazado de las zonas rurales a las tres principales ciudades: Irakleio, Chaniá y Réthymno.

El desempleo es relativamente bajo en Creta, con una gran proporción de su mano de obra empleada en el sector de los servicios, sobre todo en ocupaciones relacionadas con el turismo.

El clima de Creta oscila entre el templado y el subtropical, con una precipitación media anual de unos 640 mm y veranos secos y calurosos. Las temperaturas invernales son relativamente suaves.

Sólo un tercio de la superficie total de Creta se puede cultivar, y sus agricultores han trabajado tradicionalmente pequeñas parcelas con poca ayuda de la mecanización. La única excepción es la llanura de Mesara, que está relativamente bien regada y es una de las pocas zonas que pueden cultivarse eficazmente con maquinaria de gran tamaño, pero incluso allí los cultivos de grano se destinan únicamente al consumo doméstico.

Creta fue antiguamente el centro de la civilización minoica (2700-1420 a. C.), considerada una de las más antiguas civilizaciones de las que se tiene registros en Europa.

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