La creencia en la Tierra hueca fue creada posiblemente por Athanasius Kircher en 1665, esta teoría tiene una historia apasionante que ha sido apoyada por algunos de los científicos más reputados del ámbito. La creencia afirma que dentro de nuestro planeta existen civilizaciones subterráneas de carácter extraterrestre.

Los defensores de la teoría aseguran que la entrada a este mundo paralelo se encuentra en ambos polos de la Tierra, aunque también es posible acceder a través de túneles y cuevas esparcidos por toda la superficie. En su interior, las condiciones de vida son totalmente óptimas. Incluso cuentan con una estrella similar al Sol y un clima tropical durante todo el año.

Otras teorías hacen referencia a antiguas civilizaciones perdidas en el océano, como la Atlántida. Estas han continuado su desarrollo bajo tierra y son capaces de comunicarse con el exterior a través de puertas en el mar.

Julio Verne, ya mencionó en sus páginas la existencia de una tierra dentro de nuestro planeta. Sin embargo, el primer testigo de este fenómeno fue, al parecer, un piloto explorador de la US NAVY Richard E. Byrd que sobrevoló en numerosas ocasiones el territorio antártico.

El autor de ‘Mundo más allá de los Polos’ aseguró que Byrd había avistado en realidad dos grandes agujeros que conducían al interior de la Tierra. Lo describe como un lugar hermoso, plagado de montañas, lagos y vegetación. Donde reside una criatura similar a los mamuts ya extintos.

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