Las especies clave son aquellas cuyo papel en la cadena trófica (también conocida como cadena alimenticia o cadena alimentaria) es fundamental para el ecosistema, y que ante su desaparición este se vería seriamente desequilibrado.

Incluso, algunos ecosistemas podrían no ser capaces de adaptarse a los cambios ambientales si su especie clave desapareciera. Eso podría significar el fin del ecosistema, o podría permitir que una especie invasora tomara el control y cambiara drásticamente el ecosistema en una nueva dirección.

El ejemplo claro de estas especies clave son muchos depredadores, sin los cuales ciertos herbívoros serían muy abundantes y se vería modificado el ecosistema, normalmente haciendo desaparecer a muchas especies de plantas que a su vez son vitales para otros animales como los insectos.

El caso más sonado probablemente sea el de los lobos del parque nacional de Yellowstone. Tras su desaparición, estos depredadores fueron reintroducidos y el ecosistema cambió completamente. Los ciervos se habían multiplicado por cientos y habían perdido el miedo a ciertas áreas, donde acabaron con las herbáceas, lo que produjo erosión y cambios en los cauces de los ríos.

Estos ríos comenzaron a perder vida, al igual que se redujo el número de plantas de pequeño tamaño, lo cual tuvo efectos en pequeñas aves, osos y otros animales. El retorno de los lobos trajo un aparente reequilibrio al parque natural, por lo que se considera un ejemplo clásico de especies clave.

Más información: misanimales.com