La palabra whisky proviene del gaélico y significa “agua de la vida”. La elaboración del whisky, parte de tres ingredientes básicos y muy comunes: cebada, agua y levadura.

El proceso de elaboración estaría dividido en dos grandes partes. La primera gran parte, sería la elaboración del alcohol hasta que consigue los grados adecuados. La segunda parte, la más larga con diferencia, sería solamente la maduración dentro de la barrica.

Para ser llamado whisky, este debe contener como mínimo un 40% de alcohol en el total del volumen. Y concretamente, para ser llamado whisky escocés tiene que haber madurado como mínimo 5 años en una destilería escocesa.

Whisky y Escocia siempre han ido de la mano, histórica, social y económicamente. Son muchos los escritores escoceses, que han hablado o admirado el whisky en sus novelas o poesías.

El whisky para los escoceses, es una bebida de ocasiones y fiestas importantes (despedidas, bienvenidas,…). Para el día a día no se suele beber whisky por su alto precio. Para los escoceses es una bebida que se tiene que beber en cantidades pequeñas y despacio. Sobretodo, se tiene que beber solo, sin combinaciones con otras bebidas.

El whisky es sin duda la exportación más importante que hay en Escocia. La industria dedicada a esta bebida destilada corresponde a cerca del 85 % de las exportaciones de alimentos y bebidas de Escocia y casi un 25 % de las del Reino Unido.

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