El efecto Fata Morgana recibe su nombre del italiano fata Morgana (es decir, hada Morgana), en referencia a la hermanastra del Rey Arturo (Morgan le Fay) que, según la leyenda, era un hada cambiante.

Es un espejismo o ilusión óptica debido a una inversión de temperatura. Objetos que se encuentran en el horizonte como por ejemplo, islas, acantilados, barcos o témpanos de hielo, adquieren una apariencia alargada y elevada, similar a “castillos de cuentos de hadas”. La fata morgana más célebre es la que se produce en la costa meridional de Sicilia, en el estrecho de Mesina, entre Calabria y Sicilia.

Varias personas manifestaron haber visto -e incluso fotografiaron-, una "isla flotante" frente a la costa de Barcelona, lo que generó un gran revuelo.

El avistamiento desde la playa de Gavà Mar de lo que podría ser una ciudad flotando en el litoral barcelonés abrió una seria de opciones: podría ser El Prat de Llobregat (un municipio autónomo de Cataluña) o un barco mercante cargado de contenedores. Posteriormente, se reportó un caso similar en Asturias, frente a la costa de Gijón, así como otros fenómenos similares desde el litoral de Badalona.

Este tipo de fenómenos son llamados espejismos superiores.

Los espejismos inferiores son más habituales y crean la ilusión de lagos de agua distantes en el desierto o en carreteras con el asfalto muy caliente.

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