Los Alpes son la cadena montañosa más extensa de Europa y atraviesa nueve países. Algunos de ellos están casi en un 100% sobre territorio alpino.

Están en el centro el continente y son una atracción turística y deportiva por excelencia, ya que el paisaje presenta condiciones inigualables para disfrutar de unas vacaciones y realizar deportes.

Ocho países se benefician de sus ventajas naturales, y todos firmaron el Convenio de los Alpes que busca proteger a las montañas y promover el desarrollo sostenible de las actividades.

Entre las naciones que cuentan con una porción de la gran cadena montañosa, se encuentran: Austria, Alemania, Eslovenia, Francia, Italia, Hungría, Liechtenstein, Mónaco y Suiza.

Se estima que los Alpes tienen 1 200 kilómetros de longitud y 250 000 km² de superficie, y una historia no tan antigua en términos geológicos: se cree que se formaron hace 300 millones de años.

La montaña más alta de los Alpes se encuentra en el corazón de la cadena, en la frontera que está entre Italia y Francia. Allí, el pico del Mont Blanc alcanza los 4 800 metros de altura sobre el nivel del mar, siendo a su vez la montaña más alta de Europa occidental.

La cordillera alpina cuenta con varias montañas que superan los 4 000 metros sobre el nivel del mar, entre las que están la punta Dufour en el macizo del Monte Rosa (4 634 m.s.n.m.), el Dom (4 545 m.s.n.m.), el Cervino (4 478 m.s.n.m.) y el Liskamm (4 532 m.s.n.m.).

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