La Zanfona o Zanfoña, es un instrumento musical de cuerda, que produce un sonido parecido al de la gaita, se toca haciendo dar vueltas con un manubrio a un cilindro armado de púas.

El origen de este instrumento se remonta al siglo IX y X donde ya se oía hablar de un instrumento llamado organistrum. Se caracterizaba por tener una rueda que, mediante la acción de giro frotaba las cuerdas generando un sonido continuo, a su vez, la existencia de un teclado que pulsaba la cuerda, hacía que se pueda tocar simultáneamente una melodía. La mayoría disponía de tres cuerdas: una cantora que tocaba la melodía principal y dos bordones que hacían los acompañamientos. Este gran cordófono frotado era usado para componer o como acompañamiento de música sacra, su sistema mecánico era complejo de fabricar y de tocar, es mas se necesitaba de dos personas para hacerlo, una para girar la manivela y otra para pulsar las teclas.

Se encuentra presente en algunas fachadas de iglesias románicas, sobre todo españolas, como el caso del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela.

Después de varias modificaciones, por lo difícil de fabricar y de tocar, se convirtió en un instrumento corriente entre los trovadores y volvió a renacer a finales de siglo XVII, principios del XVIII como un instrumento musical noble para los ricos.

El diseño de la Zanfoña consta de cuerpo, puentes delanteros y traseros, engranajes, manivela, rueda, mástil, clavijas de afinar, cuerdas y caja de resonancia.

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