Los lirios del mar, designados científicamente como Crinoideos, son animales invertebrados pertenecientes al filo de los equinodermos. Se los considera un fósil viviente por ser una de las especies más antiguas aún existentes. Su cuerpo tiene una gran similitud con una planta, de ahí su nombre.

Su compleja estructura está formada por un disco del que brotan un montón de brazos muy similares a los tentáculos de un pulpo. De estos brazos sobresalen una serie de pequeñas espinas que ayudan al lirio de mar a protegerse.

El número de brazos depende de la especie. Algunos ejemplares pueden llegar a tener apenas 5 brazos mientras que otros tienen entre 150 y 200. El lirio de mar puede abrirlos y cerrarlos como lo haría una flor.

Para capturar a sus presas (crustáceos de tamaño reducido y algunos moluscos) expulsa una sustancia pegajosa a la que se adhiere su alimento. También son animales filtradores y pueden alimentarse de zooplancton.

La reproducción de los lirios de mar es de manera sexual, aunque en muy pocas ocasiones también puede darse de manera asexual.

Se localizan desde la zona intermareal hasta profundidades abisales, aunque son más frecuentes por encima de los 100 m. Se distribuyen en todos los mares, excepto el Negro y el Báltico, y desde el Ártico a la Antártida.

Es muy poco probable que algún animal busque a un lirio de mar como fuente de alimento. Sin embargo, se cree que el erizo de mar es su principal depredador.

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