El higo es un fruto obtenido de la higuera de nombre científico Ficus carica. Desde el punto de vista botánico es una infrutescencia (un conjunto de frutos). Existen más de 750 especies entre los comestibles y no comestibles.

Procede del Oriente Próximo, se piensa que los fenicios lo introdujeron en el Mediterráneo y los Griegos en Palestina y Asia Menor. Los principales países productores se encuentran en la cuenca del Mediterráneo, destacando Turquía, Argelia, Grecia, Italia y España.

El higo era conocido en Egipto con el nombre de "teb", e incluso se han encontrado referencias de estos frutos en las pirámides de Giza. También se han encontrado higos fósiles en depósitos terciarios y cuaternarios en Francia e Italia.

Posiblemente fueron los fenicios los que difundieron el cultivo de la higuera en Chipre, Sicilia, Malta, Córcega y la península Ibérica.

Las especies comestibles son muy digestivas porque contienen una sustancia llamada cradina que es un fermento digestivo y con alto contenido en fibra que mejora el tránsito intestinal, por este motivo también es utilizado como laxante. Los frutos no maduros resultan tóxicos para el estómago.

Se puede desecar para convertirse en higo seco o higo pasa, se forma aplastándolo con la mano el higo fresco y colocándolo sobre cañizos, poniéndolo al sol durante días y dándole vuelta un par de veces para evaporar la mayor parte de agua. En este proceso debe haber temperaturas superiores a 30°C en los momentos soleados.

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