El ajolote, Ambystoma mexicanum, es una especie de anfibio relacionado con la salamandra tigre. Es endémico del sistema lacustre de la Cuenca de México y ha tenido una gran influencia en la cultura mexicana.

Un ajolote adulto sexualmente maduro, a la edad de 18 a 27 meses, varía en longitud de 15 a 45 cm, siendo un tamaño cercano a los 23 cm es más común y mayor a 30 cm un tamaño raro.

Poseen características típicas de los renacuajos de salamandra, que incluyen tres pares de branquias externas y una aleta caudal que se extiende desde detrás de la cabeza hasta la cloaca.​

Las branquias externas generalmente se pierden cuando las especies de salamandras maduran hasta la edad adulta, aunque el ajolote puede mantener esta característica (branquias externas);​ esto se debe a la evolución neotenica, en dónde los ajolotes están mucho más adaptados al agua que otras especies de salamandras.

Las cabezas de los ajolotes son anchas y sus ojos no tienen párpados. Sus extremidades están subdesarrolladas y poseen dedos largos y delgados. Los machos se identifican por sus cloacas hinchadas, mientras que las hembras se destacan por sus cuerpos más anchos.

La característica del ajolote que más llama la atención es su capacidad regenerativa; el ajolote no cicatriza y es capaz de regenerar extremidades perdidas enteras en un período de meses, y en ciertos casos, estructuras más vitales, como la cola, miembros, sistema nervioso central y tejidos del ojo y el corazón.

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