Los metales más reactivos se encuentran en la columna de la izquierda de la tabla periódica, y cuanto más nos acercamos a la parte inferior de la columna, más reactivos son. El metal más reactivo de la tabla periódica es el francio. Sin embargo, es un elemento que casi no se encuentra en la naturaleza y es muy difícil producir en laboratorio cantidades significativas para poder estudiar sus propiedades químicas y físicas. Por lo que, a efectos prácticos, algunos consideran que el metal más reactivo es el cesio. Este reacciona explosivamente con el agua, aunque se predice que el francio reaccionaría aún más vigorosamente.

Una vez conocido como actinio K, el francio recibe su nombre en honor a Francia, país en el que el elemento se descubrió. Fue descubierto por Marguerite Catherine Perey, física estudiante y asistente personal de la gran Marie Curie, tras la purificación de muestras de lantano que contenían actinio en 1939.

Es el segundo elemento menos abundante en la Tierra y es superado tan sólo por el astato (At). Como se ha dicho, se trata de un metal alcalino de alta reactividad, además de ser el metal alcalino más pesado que se conoce y también el más pesado entre los 101 primeros elementos de la tabla periódica. Sus propiedades físicas presentan numerosas similitudes con las del cesio (Cs).

A razón de su corta existencia, de alrededor de 22 minutos, el francio no ofrece usos específicos, excepto en investigaciones pertinentes a la estructura atómica.

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