El osmio es el elemento más denso de todos los que existen con un peso de 22,6 g/cm3. Elemento perteneciente al grupo VIII b del sistema periódico de los elementos. Es uno de los metales de transición del grupo del platino; su símbolo es Os y su número atómico, 76.

El osmio fue descubierto por S. Tennant, a partir del residuo que quedaba al disolver el platino nativo en agua regia. Es un elemento muy escaso en la naturaleza; se halla en la corteza terrestre en una concentración de 0.0015 ppm.

El osmio es un metal blanco o gris azulado, cristalino y duro; funde a una temperatura muy elevada. Químicamente se comporta como un metal noble, siendo poco atacado por el agua regia. No es atacado por los ácidos, aunque puede diluirse por la acción del ácido nítrico fumante; también es atacado por álcalis fundidos. Libera vapores venenosos de tetraóxido de osmio al calentarse en el aire.

Forma complejos de coordinación con facilidad, razón por la cual no se encuentran cationes de osmio en disolución. Tiene siete isótopos estables.

Se obtiene en arenas que contienen platino, indio, osmio y cantidades menores de otros metales. Después de un enriquecimiento de las arenas se pasa a un tratamiento con agua regia gracias a lo cual se separa del platino. Seguidamente precipita en forma de OsO4 y se destila.

Se emplea en aleaciones, como endurecedor del platino y como catalizador. El OsO4 se utiliza para la tinción de preparaciones microscópicas y en la oxidación de alquenos.

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