Se cree que los primeros en disfrutar del Carnaval, fueron campesinos sumerios, que ya antes de Cristo, se reunían disfrazados y enmascarados delante de una hoguera para celebrar la fertilidad de la tierra y alejar a los malos espíritus de la cosecha.

Todas las celebraciones tenían un punto en común, que estaban asociadas a fenómenos espirituales, astronómicos y a ciclos naturales, y se expresaban a través de la danza, la música, la sátira y el desorden.

El gran salto de esta tradición de más de 5.000 años en Europa, se llevó a cabo en la Edad Media, cuando ciudades como Venecia y Roma, arroparon esta fiesta pagana que traían los navegantes que llegaban a los puertos de Venecia. Y en este momento, es cuando la fiesta adquiere su nombre actual, carne-levare, traducido como quitar la carne, refiriéndose a la prohibición de consumirla en el periodo de Pascua, debido en 1582 a la reforma del calendario hecha por le papa Gregorio XIII, y aceptando ese periodo de distensión. Hay otra teoría que apoya el origen pagano de la palabra, siendo una antigua tradición en la que se ofrecía carne al dios Baal (carna-baal).

Los carnavales de Venecia son los más elegantes, los cuales en su origen, proporcionaban la oportunidad a la nobleza de mezclarse con el pueblo, siendo así las máscaras el elemento más importante. Tienen una duración de diez días y los trajes utilizados son los característicos de los años 1.700.

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