Don Íñigo López de Mendoza, conocido como Marqués de Santillana, nació en Carrión de los Condes, Palencia, en 1388. En 1412 se casó con Catalina de Figueroa, hija del maestre de Santiago, Lorenzo Suárez de Figueroa, lo que le permitió aumentar su formidable patrimonio, hasta el punto de convertirse en uno de los grandes de España más poderosos e influyentes del siglo XV castellano.

Como los grandes caballeros de su tiempo, tomó parte en la política de aquella época, unas veces al lado del rey Juan II de Castilla y otras contra él. Fue partícipe en varias batallas y, por su esfuerzo en la contienda de Olmedo, obtuvo los títulos de Marqués de Santillana y conde de Manzanares, merecidos títulos concedidos por el rey. Más tarde se retiró a su palacio, ubicado en Guadalajara, en donde falleció en 1458.

Cultivó diversos géneros y estilos, canciones, serranillas, sonetos, composiciones satíricas políticas y religiosas o poemas didácticos y alegóricos. El Premio e carta al condestable don Pedro de Portugal (1445) es su obra en prosa más interesante. Compuso los Decires narrativos, colección de poemas que comenzó en 1437.

Relatos en primera persona de tipo alegórico. Las serranillas arrancan de la tradición popular de los cancioneros galaico-portugueses y del valorado escritor Arcipreste de Hita. No obstante, el marqués de Santillana, a pesar de presentar sentimientos elevados y platonizados, no olvida el realismo que es propio de la literatura castellana.

Más información: es.wikipedia.org