El Mark I fue un vehículo sobre orugas desarrollado por el Ejército Británico durante la Primera Guerra Mundial. Entró en servicio en agosto de 1916 y fue empleado en combate por primera vez en la mañana del 15 de septiembre de 1916 durante la Batalla de Flers-Courcelette, parte de la Batalla del Somme.

Fue concebido para romper el dominio alemán de las trincheras y ametralladoras en los campos de batalla del Frente Occidental. Se lo llamó tanque debido a que a los obreros que participaron de su construcción, se les dijo que eran "tanques de agua" móviles para el ejército inglés en Mesopotamia, una forma de ocultar su verdadero uso.

Su éxito fue relativo ya que tuvo muchos inconvenientes. La tripulación compartía el mismo espacio que el motor, el ambiente era muy desagradable, ya que la ventilación era inadecuada, la atmósfera estaba contaminada con monóxido de carbono, vapores de gasolina y aceite del motor. Las temperaturas podían alcanzar los 50° C.

Además, el impacto directo de un proyectil de artillería o mortero podía hacer estallar los depósitos de combustible.

Era difícil de hacerlo virar, ya que se debía variar la velocidad de las dos orugas. Se necesitaban 2 choferes y 2 cambiadores para controlar la dirección y la velocidad, que debía ser la de un hombre caminando.

En 1917 se fabricaron 2 versiones con un poco de mejoras, el Mark II y Mark IV. El Mark III se utilizó para entrenamiento. En 1918 se utilizó el Mark V. El Mark VI fue cancelado.

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