Se llamaba Lester M. Gillis y vivió en Chicago, IL. Cuando comenzó a merodear por las calles de la cuidad era la década de 1920, y se ganó el famoso apodo de cara de bebé debido a su apariencia juvenil, lo cual era acertado, ya que solamente tenía 14 años, aunque ya era un exitoso ladrón de coches El Sr. Gillis también robaba neumáticos y otras piezas.

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