El balón de fútbol ha experimentado numerosas transformaciones a lo largo de la historia. Según algunos historiadores, apareció por primera vez en China, en el siglo IV a. C; estaba fabricado en cuero y relleno de crines y raíces. No obstante, era utilizado con fines militares.

Para 1872 la Asociación de Fútbol de Inglaterra dio algunas pautas para la fabricación del balón. Estableció que fuera esférico con una circunferencia de 68 cm y un peso entre 396 y 453 grs al inicio del partido. Estos absorbían agua, aumentaban de peso y duplicara su tamaño. En esa época era común que el futbolista sufriera conmoción cerebral al golpearlo con la cabeza.

A lo largo de las competiciones han cambiado los balones adaptándose a las necesidades de la competencia de alto nivel. Muchos han sido los materiales implementados y los diseños desarrollados.

Se entiende balón de fútbol profesional como aquel utilizado en las ligas profesionales y en la Copa Mundial de la FIFA y tiene las siguientes medidas, basadas en circunferencia, peso y presión: deben ser esféricos; fabricados con materiales adecuados; una circunferencia entre 68 y 70 cm (27-28 in); un peso entre 410 y 450 g (14-16 oz) al comienzo del partido y una presión equivalente a 0.6–1.1 atmósferas (600–1100 g/cm²) al nivel del mar.

Estas medidas se corresponden con lo que se conoce como una talla 5, aunque esta talla no se utiliza en todo momento, para las categorías inferiores se utilizan otras medidas más pequeñas.

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