El caleidoscopio moderno fue inventado en 1816 por el físico escocés David Brewster.

El caleidoscopio es un tubo que cuenta en su interior con varios espejos inclinados. En un extremo hay dos láminas de vidrio: entre ellas, diferentes objetos irregulares y de distintos colores. Al voltear el tubo y observar por el extremo opuesto, las imágenes de estos objetos comprendidos entre las láminas de vidrio se multiplican de modo simétrico.

Suelen contener tres espejos, dispuestos como un prisma con forma triangular que refleja hacia el sector interno. Según la disposición angular de los espejos, se multiplican más o menos imágenes de los objetos que se ubican entre las láminas de vidrio traslúcidas. Si los espejos se ubican a 45º entre sí, cuando la persona mira por el extremo del caleidoscopio encontrará ocho imágenes que se duplican.

El rotulador fue creado en 1962 por el japonés Yukio Horie. En los años 1980, se introdujeron los primeros rotuladores de seguridad, que tienen una tinta invisible pero fluorescente.

En 1926, Ingeniero alemán Andreas Stihl creó la primer motosierra popular prevista para fines de registro, aunque motosierras anteriores habían sido utilizado en el quirófano. Su invención revolucionó la industria maderera.

En 1922 Stephen Poplawski creó la primera batidora de vaso. Poplawski, propietario de una compañía eléctrica, llevaba tiempo desarrollando mezcladores de bebidas hasta conseguir un diseño nuevo pensado para elaborar batidos y refrescos.

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