Los Homíninos son primates caracterizados por la postura erguida y la locomoción bípeda, formando parte junto a los grandes simios de la familia de los Homínidos.

La adaptación al bipedismo conlleva otros cambios como cráneo verticalizado, manos con pulgar oponible, aptas para manipular, y pies no prensiles. Pertenecen a este grupo varias especies extintas y una única actual: Homo sapiens.

A partir del registro fósil, sabemos que los Australophitecus que poblaron África entre 4 y 2 millones de años, eran claramente bípedos. De ellos evolucionaron dos linajes paralelos, Paranthropus, que no son nuestros ancestros, y Homo, con cerebro mayor y mandíbula y dientes de menor tamaño. Ambos linajes convivieron durante un millón de años.

Entre los Homo, destaca Homo habilis, que desarrolló una tosca cultura lítica, al que sucede Homo ergaster, primer homínino que emigró de África y se dispersó por Eurasia hace 1,8 millones de años, evolucionando a Homo erectus en Asia oriental, y a Homo antecessor en Europa (restos en el yacimiento español de Atapuerca). De antecessor surge Homo neanderthalensis, que pobló el continente europeo con notable éxito durante la época de las glaciaciones y se extinguió hace 35.000 años.

Paralelamente, otros descendientes de Homo ergaster que permanecieron en África, evolucionaron y dieron lugar, hace unos 200.000 años, a Homo sapiens, que migró en sucesivas oleadas desde África consiguiendo colonizar prácticamente todo el planeta.

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