La rata canguro (nombre común con el cual se conoce al género Dipodomys) no necesita beber agua porque la obtiene de las semillas que come. Para sobrevivir en los climas secos del oeste de Estados Unidos, sus riñones generan orina superconcentrada (14 veces más concentrada que su propia sangre), y no suda ni jadea. Algunas especies pueden incluso reducir sus ritmos metabólicos para perder menos humedad al respirar.

Teniendo en cuenta que limitar las pérdidas de agua en el desierto en mayor o menor medida es una cuestión de vida o muerte, a la vista de estos datos se ve con claridad la razón por la que la rata canguro puede vivir en ese medio y otros animales no pueden.

Sin embargo, las cosas pueden ser algo diferentes bajo otras circunstancias. Así, en otoño, cuando las ratas canguro hembras pueden estar lactando, sus necesidades hídricas son mayores, por lo que han de consumir alimentos con mayor contenido en agua para poder mantener estable su estado hídrico.

Su nombre común, rata canguro, hace alusión a su aspecto, puesto que sus patas delanteras son muy pequeñas, y a que se desplaza dando pequeños saltos sobre sus patas traseras, como si fuese un pequeño canguro, pero es un roedor. Es un animal pequeño, de entre 10 y 20 cm y en casi todos los casos su peso no excede los 100 g.

Más información: www.faunia.es